VIOLENCIA CONTRA LA MUJER: CARTA A UN MALTRATADOR

CARTA A UN MALTRATADOR

Jamás me hubiera imaginado que te escribiría esta carta con todo el sentimiento de rabia y dolor, por lo acontecido en estos años que hemos estado juntos.

Rabia porque me dejé llevar por ti, un hombre ególatra que  con su sutil invisibilización, supo manipularme para llevarme por el camino de espinas que tu querías, humillándome y desvalorizándome ante cualquier persona, despreciándome por cualquier acto que yo pudiera hacer. Y en los más íntimo de nuestro hogar, escondido de los ojos del mundo, amenazarme, insultarme,  gritarme, agredirme, ignorarme y culparme por todos los actos cometidos que tú mismo no tolerabas, sintiéndote cada día más fuerte y yo más pequeña.

Dolor, el que siento de haber confiado en esa persona de la cual yo estaba enamorada y la que me decía que me querría siempre . El dolor de la mentira de una persona que no siente nada por nadie, ni siquiera por sus propios hijos.¡ Cuanto daño me has hecho!, cuánto sufrimiento, en que poca cosa me has convertido. Me dejaste vacía, te llevaste todos mis sentimientos, mis decisiones, me dejaste las dudas, los miedos, el ahogo ante cualquier paso que doy, ante cualquier decisión… te llevaste mi belleza, mi apariencia, mi edad, ya no puedo mirarme ante el espejo, ¡ no soy yo!..., es otra mujer que no conozco y no me gusta, por eso no la miro y la desprecio…

Y sigue ahí. ¡Maldito psicópata!  ¡DÉJAME EN PAZ! 

Y Continúas acechándome, por cualquier motivo, para seguir maltratándome. No te detienes ante nada, ni nadie, soy tu fijación.

¡DÉJAME EN PAZ!.

 Con el tiempo he descubierto que me has engañado, hasta en lo que pensaba que era bueno para mi… ¡ILUSA! solo mirabas por tu propio interés y beneficio. 

Todas las batallas las ganabas y aun sigues creyendo que eres el más fuerte, pero lo que no sabes, es que alejada de ti estoy luchando por sobrevivir de todos mis miedos  y desesperanzas, con ayuda de los que me rodean, esos que tu alejases a tu conveniencia, aislándome para convertirte en mi único Dios. 

¡DÉJAME EN PAZ! 

Ya no estoy contigo, no me sigas controlando, ¡OLVIDAME! sigue tu camino. Me dejaste vacía y ahora lejos de ti ya no siento nada, solo odio, y rencor. 

Se cómo eres y pienso luchar en contra tuya y no te voy a permitir que entres, otra vez, en mi cabeza y la vuelvas del revés.

 Ahora soy más fuerte y pienso defenderme con todas mis armas, como una guerrera, que una vez cayó en el pozo más hondo y negro de su alma y que en plena recuperación sale como el Ave Fénix, arrastrándose, aunque, luego a solas, llore en contra de mi voluntad, en mi rincón de los lamentos y ese llanto sea para eliminar la rabia concebida de todos los años asolados y ruinosos que me marcaste. 

¡DÉJAME EN PAZ!

¡¡Felices vacaciones, nos vemos en Septiembre!!. Aunque seguiremos trabajando este verano por si necesitáis nuestra ayuda, solo tienes que escribirnos a: mujeresconnombre@gmail.com

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