14 HISTORIAS DE VIOLENCIA HACIA LA MUJER

 MARIPOSA ARCOIRIS

Jamás llegué a imaginar que mi vida podría acabar como acabó…

En el momento que lo conocí, era un hombre galante, simpático y muy educado, todo un señor ARQUITECTO, por el cual, la gente que lo rodeaba, estaba encantada con su elocuencia y buen saber. A mi, por supuesto, me enamoro su forma de ser, así que iniciamos  una relación donde, al principio, percibí que era el CENTRO DE SU VIDA y llegandome a sentir la MUJER MAS MARAVILLOSA DEL PLANETA . Pero, poco a poco, comenzó a insinuarme, como tenía que hacer las cosas e incluso, cuando no le salían bien, se enfadaba echándome a mi la culpa de ello.

Así, lentamente fue sumando reacciones que no eran normales en su comportamiento hacia mi. Nos teníamos que ver cuando él quería, que era solo los fines de semana, excusándolo, siempre, por su trabajo y su tiempo.

Era un perfeccionista, todo tenía que ser perfecto y en el momento que él marcaba… 

Y así transcurrieron los días. Una vez casados, las situaciones fueron a peor, el día que dio un puñetazo a una puerta, rompiéndola, me asusté bastante y todo por una discusión tonta. Entonces, comenzaron una serie de maltratos que iban, sutilmente aconteciendo, sin darme apenas cuenta.

El día que recibí el primer bofetón, me pilló desprevenida, sintiendo un sin fin de sentimientos, todos malos. Llorando, lo miraba, incrédula, ¡CÓMO HABÍA SIDO CAPAZ!... ¿PORQUE?... El, a gritos y maldiciéndome, se daba la vuelta marchándose de allí.

Cada vez que teníamos discusiones fuertes, al día siguiente lo llamaba a su trabajo y le pedía perdón, ya que sentía que yo era la culpable . No podía soportar que estuviéramos enfadados y no me hablase. Esos silencios, eran horrorosos, te hacían sentir abandonada.

Al nacer nuestro primer hijo, pensaba que el cambiaría, pero no fue así, perdía los nervios muchas más veces y como perfeccionista que era, no soportaba que por un bebe se cambiaran todos los hábitos de casa, atacandome, constantemente, “ NO SABES LLEVAR UN BEBE”... “ERES UNA INUTIL” y así más de mil insultos y vejaciones.

Cuando lo oía comenzar a discutir, cogía a mi bebe y me escondía en una habitación a oscuras, para que no me encontrara, con un miedo aterrador, esperaba a que se calmara y así poder salir del encierro. 

Conforme fue pasando el tiempo, ya no me tenía RESPETO, los menosprecios eran continuos, o se hacía lo que él quería o se armaba muy gorda. Era tan TONTA que lo seguía defendiendo, ya que lo AMABA y pensaba que si quería seguir con él, tenía que aceptar su forma de ser. Suponía que era su carácter, jamás llegué a imaginar que lo que estaba sufriendo era MALTRATO. 

Un día, una buena amiga, que el fin de semana anterior había estado en casa, me llamó por teléfono, preguntándome que me pasaba. Decía que ya no era la de antes, estaba apagada, sin ganas de arreglarme, con silencios que no eran propios de mi, me notaba muy cambiada y que estaba muy preocupada. Mi contestación fue, “NADA”... “ESTOY BIEN”...

¡ SALTARON LAS ALARMAS! No me creía, entonces comenzó a indagar en nuestras vidas, descubriendo el verdadero motivo de mi estado. Y así, ella, inició la andadura de sacarme de aquel INFIERNO, del cual, yo NO era consciente y que gracias a ella, PUDE SALIR. 

Ahora mirando desde la distancia, ya no tengo MIEDO y el contar mi experiencia me supone DOLOR Y ALIVIO, a la vez.

DOLOR, porque al recordar todas esas vivencias, vuelves a revivirlas ya que las tenias oscurecidas en tu memoria y los sentimientos vuelven a florecer, rememorando el dolor. Pero al narrarlo, sientes el ALIVIO de que todo lo ocurrido, lo vas superando y aunque duele, al plasmarlo en un papel, lentamente se va difuminando todo el PASADO, abriendo una puerta al futuro con menos DOLOR.

Que todo ese dolor te haga abrir los ojos y busques la salida a una vida mejor. Si necesitas ayuda estamos aquí para ayudarte, escríbenos a mujeresconnombre@gmail.com

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