21 HISTORIAS REALES DE VIOLENCIA HACIA LA MUJER

 


MARIPOSA MULTICOLOR





Esta nueva historia que voy a contaros, a nuestra mariposa le costó mucho tiempo relatarla. Estuvo muchos años callada por el miedo,  hasta que llego el día que se atrevió a ponerse delante de un papel y con el dolor en el alma, comenzó a escribirla, entre lágrimas y desafíos dolorosos de sus recuerdos mas negros. 


La historia comienza siendo yo muy joven y con una baja autoestima evidente, por mi edad. Esa vulnerabilidad te hace ser la víctima perfecta para un estafador emocional de sonrisa perfecta, convirtiéndose en mi MALTRATADOR Y VERDUGO.


No era un ser humano, no tenía ninguna cualidad para definirlo así, aunque sabía perfectamente disimular su maldad… Me engaño hasta atraparme en una red de maltrato disfrazado de amor.


Yo trabajaba de noche, así que él persistía en vernos por la mañana y aunque le dijera que estaba cansada, que necesitaba dormir, él insistía y yo terminaba cediendo. Estaba muy enamorada y no le decía NO, me sentía muy afortunada de tenerle. “¿Quién te va querer como te quiero yo?”... me repetía él, “ Tienes mucha suerte de que te quiera”...”¿quién va a querer a alguien como tú?”... yo me lo creía.



La primera vez que me pego, sentí que me lo merecía, justificándolo y perdonándolo. Me dijo que se arrepentía mucho de lo que me había hecho, me quería y nunca más  volvería hacerlo. Pero no fue así, el maltrato siguió subiendo de nivel.


Un día llegó a casa del trabajo un poco excitado, diciéndome que tenía una sorpresa para mí, mostrándome un ramo de flores. Sin esperarlo, recibí un puñetazo, estampándome contra el mueble del salón. No recuerdo la excusa que tuvo para golpearme de esa manera. Muy enfurecido me decía “ mira lo que me has hecho hacer”...llorando y en shock, le pedí perdón. El volviéndose hacia mí, comenzó a besarme, agarrándome fuertemente hacia él, me hizo el amor. Yo no sentía nada, solo me dejaba llevar por la situación, de esa manera no volvería a agredirme. Con el tiempo me di cuenta que había sufrido una violación.


Me convertí en una mujer SUMISA, él me dominaba día a día, sintiendo que toda esa violencia que yo recibía, para él era una excitación.


Los golpes, moratones, sangre, … todo se curaba y desaparecía, pero las heridas psicológicas NO SE SANAN, duelen y se quedan como cicatrices en nuestro cerebro. EL MIEDO ERA MI ESTANDARTE.


Intenté contarle a sus amigos todo lo que me estaba sucediendo, pero solo me encontré con un muro de incomprensión. Lo defendían “seguro que le has hecho algo que lo ha llevado al límite”...“ Tienes demasiado carácter”...


Nadie se podía imaginar, que aquel amigo, hermano, hijo,... se transformaba en un MONSTRUO cuando nadie miraba.


Así que sola escape de todo aquel infierno, llena de heridas para toda mi vida, PERO VIVA.


Murieron muchas partes de mi en todo aquel proceso infernal que viví, otra parte de mi se fueron transformando para convertirme en la MUJER QUE SOY AHORA.



















Si quieres contarnos tu historia o hacerte SOCIA , escríbenos a mujeresconnombre@gmail.com  NO ESTAS SOLA


Comentarios

  1. Miedo, culpa y verguenza, que deja paso al proceso de sanar y cuidar, de ser protagonista de tu propio proyecto de vida.

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