VIOLENCIA CONTRA LA MUJER LA LEY DEL HIELO



       LEY DEL HIELO





Desde que salí de aquella relación tan tóxica y maldita, no he parado de recopilar información para poder comprender  lo mal que me encontraba, aun después de estar fuera de toda aquella historia. Entre toda aquella  indagación resonaba una muy concreta “LEY DEL HIELO”.

Confundida, indague, dándome de cruces con el significado de la frase, ya que la había vivido en mis propias carnes. Una manera más de VIOLENCIA MACHISTA.


No me daba cuenta que me castigaba con el silencio y la ignorancia.


Todo lo que yo decía no tenía valor, era tonta e incapaz de mantener una comunicación coherente, eso era lo que me decía ÉL y yo lo creía. Si le contaba algo que me había enterado o dicho mi entorno, me increpaba diciendome que era mentira, que no me enteraba de nada.  Dudaba de mi misma y al final lo creía…


Cuando comenzabamos una conversación, él nunca me escuchaba, únicamente se oía su monólogo de varias horas, ignorando cualquier paso que yo diera para comunicarme. El solo se enfadaba, haciendome culpable de su situación y yo sintiéndome cada vez peor, ahogo, malestar, impotencia, porque no puedes defenderte, no te deja, no escucha, no EXISTES.


Un día, en una de aquellas “conversaciones”, de la que llevábamos varias horas discutiendo, no encontrando la salida a todo aquel mal rollo y sintiéndome muy mal, concluyó su oratoria, marchándose a la ducha. En aquel momento, intento respirar, con un poco de alivio y con la intención de recomponerme, me dirijo a la cocina a preparar la cena. ¡Ya está!..¡Se acabó el mal rato!... Pasados unos minutos, oigo abrir la puerta del baño, ¡Ya viene!... Siento nerviosismo, continuo con mis quehaceres, disimulo, no quiero que me lo note. Escucho susurros que se van acercando cada vez más donde yo me encuentro. Entra y como un torbellino, se dirige hacia mí con agresividad, increpando de nuevo. No había acabado, solo estaba cogiendo fuerzas para continuar agrediendo.


Aquella noche acabó muy mal. Los siguientes días estuvo en silencio, no hablando , ni contestando al teléfono. Cuando ya no pude más, le pedí perdón, a mi parecer, yo era la culpable de toda aquella situación.


El perdón era la única manera de que se acabara toda aquella situación tan incómoda del SILENCIO. Entonces yo cambiaba de actitud para que no me castigara. Solo buscaba su aprobación a costa de mis propios intereses.


Todo aquello me hacía sentir TRISTE Y ANGUSTIADA.


Él se engrandecia, había logrado, con todo aquel SILENCIO, CONTROLARME.


Así fue siempre mi vida con él, un camino de altibajos, dolorosos, llenos de miedos, culpa, ira, tristeza, angustia,... No entiendes que estás haciendo mal y porque te trata de ese modo. Esos SILENCIOS eternos, fríos, que te matan. Experimentas que has perdido el control de tu vida y te adentras en un fuerte estrés.


Comencé a sentirme mal, dolores de cabeza, mareos, problemas digestivos, insomnio y fatiga. No comprendes nada, ¿por qué todos esos síntomas?...


Son las consecuencias de todo aquel MALTRATO que estaba sufriendo  por un hombre que no conocía el significado de la palabra AMOR.
















Siguenos somos mujeresconnombre@gmail.com escribenos y te ayudaremos a salir del maltrato, estamos para acompañarte en lo que necesites.  NO ESTAS SOLA

Comentarios

Entradas populares de este blog

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER: CARTA A UN MALTRATADOR

RELATO REAL SOBRE EL MALTRATO HACIA LA MUJER. MENTIRAS OSCURAS

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER MARIPOSA VIOLETA